Desprendimiento

Pasó…Y de algún modo dolió menos que antes. 

Duele aún, pero me acostumbro. Por años las cadenas me ataron a tu esencia y hasta ahora siento que pasa y sana. 

Por fin, aunque duele, cada vez duele menos.

Te veo alejarte sin moverte a ningún lado, inmóvil, impávida, 
tu tez se difumina en mis pupilas y entre párpados brotas cristalina. 

Estamos distantes ya no te siento. Pronto seremos alguien que hace mucho conocimos, que camina en la inmensidad del tiempo, en lo cotidiano de la vida.

Pronto lo que fuimos será un recuerdo, un destello de un tiempo vivido, un murmullo en un álbum de fotos, un ''te acuerdas'' inoportuno.

Siento raro; Se que termino, pero este sentimiento de alguna forma se parece a esa llama agonizante que se prende por impulso del viento que trae tu vos o tu rostro, forzando al pecho a ceñirse, arrugarse poco a poco, que pone difícil respirar mientras lento llega un nudo en la garganta que te ahoga y silencia el habla, un conjunto de reacciones a lo que llamamos tristeza y resignación. 

Nos dijimos tantas cosas, que nada  cambiaron, solo hicieron más daño, palabras inútiles como pedir explicaciones, llenas de vacíos que atacan sin generar daño en algo que ya está muy roto, no necesitábamos respuestas que ya están en negrita, publicadas en expresiones.

Sabía que tarde o pronto pasaría. que dejaría  de sentir tu aliento, que dejaría de verte desnuda, que tu cuerpo se entregaría a otra alma que por coincidencia llegó a tu vida, que brillarían de nuevo tus ojos, como una ves brillaron por mi, que tu sonrisa ya descansa en otros hombros, que ya no contare mas los lunares recorriendo tu espalda, que no viajare mas al universo profundo que esconden tus pupilas, ni exploraría con mis labios el arrullo de tu ombligo.

Al final ya no importa la razón, no se puede explicar algo que esta tan claro, nos perdimos por orgullo, luego por temor, y hoy por cansancio, porque ni tu ni yo supo hablar de frente y exigirle al amor eso que nos hacia falta; a mi me quedaba esperanza; ahora nos queda el cariño, algo simple como un regalo de rosas a punto de marchitarse, arrinconadas en una esquina viendo morir lentamente lo que un día fue un Gran sueño. 

Si; de un tiempo acá estaba seguro que terminaría y por supuesto que acepte que dolería; a veces siento como el pasado me abraza del cuello, me eleva por la pared y me avienta en un rio salino a nadar solo en medio de la tormenta, se siente como si me mutilara apropósito para intentar salvar algo de lo que soy; perder para no perderme y no morir, aunque debe ser parecido. Claro que entendí que dolería y duele mucho, pero cada vez, cuando no respiro duele menos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasito

De pelo corto como sus años