De pelo corto como sus años

Talvez solo quería que vean con la ternura con la que un padre mira a un hijo, que la vean en serio, como quien busca proteger lo delicado de un pétalo.

Ser escuchada y que sus palabras retumben en la mente de la persona que tiene alado, ser amada, y que se sienta como briza que acaricia su pelo.

Su presencia proyecta seguridad, es sabia, su mente divaga en lo astral, como si buscara en las estrellas las respuestas que su corazón le hace; mira el cielo desde su habitación obscura, al horizonte el alba y en la mano un sueño.

Sus pensamientos se apagan cuando en el pecho se arrulla un ronroneo, y al fin puede dormir tranquila.

Parece joven, pero solo ella sabe los demonios con los que trata cuando nadie esta, cuando se mira al espejo, cuando al amanecer le faltan horas de sueño, cansada su mirada se pierde en el techo.

Yo la admiro, porque a su edad tiene más coraje que cualquier tibio, que su amor demanda un corazón bonito, porque el suyo está dispuesto a entregarse por completo 

No tiene miedo a sentir, y siente más que el cobarde que no se anima a querer por el miedo a ser dañado

Ella ama de verdad, no tiene medias tintas, como si anhelase vivir en la época cuando los hombres se tomaban el amor en serio.